Carta a mi niña interior

Querida mía, Sé que no lloraste. No porque no doliera, sino porque aprendiste a sostenerlo sola.  Te vi esconder la tristeza en dibujos, en silencios, en miradas largas por la ventana. Te vi hacerte fuerte antes de tiempo. Hoy vengo a abrazarte. No para decirte que todo estuvo bien, sino para decirte que *tú estuviste bien*.  No eras débil por sentir.  No eras exagerada por necesitar. No eras invisible.

Leer más »